La electrólisis es un proceso químico a través del cual una sustancia, o un cuerpo inmersos en una disolución, se descomponen por la acción de una corriente eléctrica continua. La corriente eléctrica continua se aplica a través de unos electrodos sumergidos en una disolución y conectados a una fuente de alimentación. El polo positivo es el ánodo y el negativo es el cátodo, y cada uno de ellos atrae iones diferentes. Ocurre una reacción de oxidación – reducción por la transferencia de electrones a los electrodos por la cual se producen nuevas sustancias.
La electrólisis es una técnica que, mediante el empleo de una corriente eléctrica, favorece una reacción química no espontánea. Es el procedimiento que se utiliza para la creación del Hidrógeno Verde, aplicando una corriente eléctrica continua al agua (H2O) que provoca la separación del oxígeno y el hidrógeno. Si la fuente de energía eléctrica es renovable, entonces efectivamente se produce hidrógeno verde. Si la energía eléctrica que se aplica al agua por la técnica de electrólisis no proviene de una fuente de energía renovable, entonces sencillamente se obtendrá hidrógeno convencional.
Es un proceso mediante el cual se lleva a cabo la separación de los elementos de un compuesto químico a través de la utilización de corriente eléctrica. Gracias a esta técnica, los aniones del ánodo liberan electrones que producen una oxidación y, al mismo tiempo, los cationes del cátodo captan electrones produciendo una reducción. El origen de la electrólisis es del año 1791 a manos de Luigi Galvani, quien trató de producir electricidad con un músculo animal entre dos placas metálicas. El experimento lo continuó Alessandro Volta más adelante.
Con un generador electrostático, en el año 1785 Martinus Van Marum redujo estaño, zinc y antimonio a partir de sus sales mediante la electrólisis. La primera vez que se hizo la electrólisis para la obtención de hidrógeno –y oxígeno también- fue a principios del siglo XIX, cuando William Nocholson y Anthony Carlisle, siguiendo los experimentos iniciados por Volta, conectaron cables a los extremos de una batería y la introdujeron en agua.
La electrólisis utilizando electricidad que proviene de fuentes de energía renovables permite la creación de hidrógeno verde, el punto de partida para una movilidad totalmente sostenible. ¿Por qué? Porque la utilización de hidrógeno verde en coches eléctricos –denominados de pila de combustible- crea un único residuo energético que es de nuevo, agua. En esta idea se apoyan los proyectos de fabricantes como BMW, Toyota o Hyundai con modelos que, efectivamente, utilizan la tecnología de pila de combustible.