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Directo | Zelenski: «Es hora de restaurar la integridad territorial del país»
Varios de los equipos que comercializa la compañía en las instalaciones que poseen en el núcleo rinconero de La Cala del Moral. : / SUR
José Gámez empezó con su empresa de mantenimiento de máquinas de rayos X en el aeropuerto de la capital en 2005. Aunque en esos años ya comercializaba los generadores de ozono, desde hace cuatro años se ha especializado en esta tecnología, que tiene múltiples aplicaciones comerciales. Así, este gas, que se obtiene mediante un proceso químico empleando electricidad, tiene utilidades en agricultura, hostelería, limpieza, embotelladoras, desinfección de pozos, depósitos y aljibes, aguas residuales, piscifactorías, ganadería y alimentación, entre otros muchos sectores.
«Las tecnologías se han abaratado mucho y hay muchas opciones de uso», explica este empresario de 56 años y de Rincón de la Victoria. Junto a su mujer, Luisa Altaminaro, de la misma edad, y a sus dos hijos, Manuel y Luisa, de 35 y 24 años, respectivamente, han conseguido hacerse con una cartera de más de 200 clientes, repartidos por todo el país y Portugal. «Lo que más tenemos son agricultores, que están usándolo para realizar riegos en fincas ecológicas, en las que no se pueden emplear pesticidas», detalla Gámez.
Así, e l empleo del ozono con el agua de riego ayuda a garantizar que las cosechas están libres de parásitos sin tener que recurrir a productos químicos. «Es algo totalmente natural, porque el ozono es un gas que se obtiene a partir del oxígeno, y es muy inestable, en cuanto se pone en contacto con el aire se libera», detalla el empresario, quien cifra en un 50% el ahorro en productos químicos en los casos de cultivos convencionales. De esta forma, por su propia naturaleza, el ozono es altamente oxidante, por lo que se encarga de desinfectar, purificar y eliminar microorganismos patógenos como virus, bacterias, hongos, moho y esporas.
Otra de las aplicaciones que más demanda está teniendo la empresa Ozonotec Eco es la desinfección de ambientes y espacios, ya sea por olores o para el tratamiento del agua de piscinas, spas y otras instalaciones públicas. El ozono puede eliminar los malos olores atacando directamente sobre la causa que los provoca, las sustancias pestilentes, y sin añadir ningún otro olor para intentar encubrirlo, como hacen los ambientadores. Además, a diferencia de otros desinfectantes, el ozono no deja residuos químicos, puesto que es un gas inestable y se descompone rápidamente en oxígeno por efecto de la luz, el calor o los choques electrostáticos.
En su catálogo de productos cuentan con referencias tecnológicas fabricadas en EE UU, Alemania, China y España, «porque somos como una paella, tenemos ingredientes de muchos sitios», apostilla Gámez, quien destaca que los precios de los equipos varían mucho en función de las necesidades de los clientes. «Tenemos de todo, desde grandes empresas, como Aceitunas La Española, hasta pequeños agricultores, negocios de hostelería y comunidades de propietarios», manifiesta Gámez.
La producción del ozono de manera artificial se hace mediante un generador, llamado ozonizador. Estos aparatos introducen oxígeno del aire al interior, pasando por unos electrodos que generan una descarga de tensión eléctrica, llamada 'efecto Corona'. Esta descarga separa los dos átomos que forman la partícula de oxígeno, y, a su vez, hace que estos átomos se unan de tres en tres creándose una nueva molécula, el ozono (O3). «La tecnología es cada vez mejor y el consumo eléctrico que tienen los aparatos es muy bajo», añade.