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Cuantos más recursos podamos encontrar -o crear- para hacer que Marte sea habitable, menos tendremos que llevar desde la Tierra. Los científicos están estudiando el modo de aprovechar lo que ya hay en Marte. Para establecer una colonia, los humanos tendrían que ser capaces de abastecerse de cinco cosas: oxígeno, agua, refugio, comida y energía.
Se han identificado unas 50 ubicaciones posibles. Están en zonas de interés científico, con recursos tales como depósitos ricos en agua, y se encuentran situados en un área que alcanza hasta los 50 grados del ecuador, donde es más fácil lanzar un cohete de vuelta a casa.
Aunque el aire marciano tiene más de un 95% de dióxido de carbono, también contiene trazas de agua que se podría capturar. Se podrían emplear lechos de un mineral llamado zeolita para extraer la humedad del aire. Una vez saturados de agua, los lechos se someterían a microondas para vaporizar esa agua, que se condensaría, se congelaría y almacenaría en forma de hielo.
Aparte del hielo presente en la superficie de Marte en latitudes altas, podría haber una gran cantidad de agua congelada bajo el suelo cerca del ecuador. Esa agua se podría derretir y extraer mediante microondas.
Para regresar a la Tierra habría que producir combustible en Marte. Mediante la reacción de Sabatier se podría combinar el dióxido de carbono con hidrógeno y someterlos a altas temperaturas en presencia de un catalizador de níquel para liberar metano y agua. Después, esas moléculas de agua se podrían disociar en hidrógeno y oxígeno.
Se podría captar el dióxido de carbono que tan abundante es en la atmósfera marciana, comprimirlo y usar electricidad para dividir sus moléculas y formar así oxígeno y moléculas de monóxido de carbono. Ese oxígeno se sometería a controles de pureza y se almacenaría, mientas que el monóxido de carbono se expulsaría de nuevo a la atmósfera.
La comunicación de un punto a otro se haría a través de ondas de radio. Para evitar los obstáculos, las señales tendrían que enviarse a satélites orbitales, que luego las devolverían a la superficie del planeta.
La energía solar sería una fuente lógica para generar electricidad en Marte. Sin embargo, el aprovechamiento de la luz solar sería más difícil que en la Tierra, no solo porque la distancia del planeta rojo al Sol es mayor, sino también por las enormes tormentas de arena que en él se producen. Habría pues que desarrollar otras fuentes de energía.
Las naves espaciales y el instrumental científico de precisión que estas llevan a bordo requieren sistemas de suministro de energía seguros, fiables y duraderos. Una fuente que podría generar la electricidad necesaria sería una batería nuclear -un generador termoeléctrico de radioisótopos- que convierta el calor en electricidad.
Por otra parte, la NASA ha desarrollado un sistema de generación de energía que se podría utilizar no solo en Marte, sino en muchos planetas y asteroides. La electricidad se produciría con un reactor nuclear de fisión. Protegido con un escudo antirradiación, este sería subterráneo, con paneles extendidos para disipar el exceso de calor, y estaría conectado a la base mediante un cable para suministrar energía en cualquier momento del día y bajo cualquier circunstancia atmosférica.
Los tubos de lava son conductos cavernosos subterráneos que se forman cuando la parte exterior de una colada de lava, en contacto con el aire, se enfría y solidifica después de que por su interior haya fluido la roca fundida. Los científicos afirman que los que hay en Marte podrían ser mucho mayores que los de la Tierra. El interior de esos tubos marcianos, ocultos debajo de muchos metros de roca sólida, está protegido de las radiaciones cósmicas y solares y de las temperaturas extremas que se registran en la castigada superficie del planeta rojo, cubierta de polvo.
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¿Podríamos los humanos vivir en Marte? Algún día, quizás. Ahora bien, crear asentamientos allí sería una tarea titánica. La recreación que aquí presentamos está inspirada en la serie sobre Marte que National Geographic Channel emitirá en todo el mundo. Refleja las ideas que algunos científicos están concibiendo actualmente a partir de las investigaciones más recientes. Solo el tiempo dirá si este proyecto es válido para vivir en el planeta rojo.
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